Nada más llegar a casa de Nico, Julia y Elisa olía rico a cocido que estaba haciéndose en el fuego. Como cada sesión cuando una puerta se abre entro en la vida de personas a las que no conozco y sobre todo pequeños que miran extrañados mi maleta y todos los cachivaches que empiezan a salir de ella. Yo siempre me dejo llevar por el momento, no fuerzo nada.. dejo que ellos me muestren. Poco a poco van surgiendo momentos, miradas, sonrisas... unos son tímidos, otros no paran de jugar frente a mi cámara, otros desaparacen unos segundos y de repente vuelven a escena... ellos recibieron este regalo de unos buenos amigos pero como siempre digo yo el regalo me lo hacen ellos por dejarme entrar por esa puerta y recibirme de esta manera... Mil gracias familia

Preciosa sesión, como siempre. Me quedo con el niño apoyado en la pared y con la de los zapatos.
ResponderEliminarUn besazo
Cómo consigues que cada sesión sea diferente???? Está me encanta!!! Los modelos son guapísimos y la fotógrafa una artista. Cris L.
ResponderEliminaruna maravilla, como siempre!! preciosas fotografías!
ResponderEliminarSaludos! ^^
Yo quiero poder romper el cerdito y que nos hagas unas fotos tan preciosas!!! :D
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